Especie en Peligro de Extinción

(en proceso)

“Si no fuera por nuestra mente y nuestros manos, estos dos instrumentos tan sofisticados y característicos de la humanidad, no hubiéramos evolucionado como lo hicimos. Sin embargo, las manos son los instrumentos de la mente, y por lo tanto, son capaces de lo mejor tanto como de lo peor. De esto se trata la serie de Especie en Peligro de Extinción que invita a reflexionar sobre la responsabilidad que tiene cada quien para definir qué futuro heredar a nuestros hijos.”

Especie en Peligro de Extinción
Por Ernesto Zavala

La idea de “extinción” es cada vez más significativa en la sociedad desde muy diversas perspectivas, bastaría con ver los noticieros; la humanidad y el medio ambiente en el siglo XXI han sentido cada vez más amenazada su existencia. Mediante el arte se activa el instinto natural de supervivencia, gregario. En Especie en Peligro de Extinción, Claire Becker toca puntos clave de cualquier espectador que es invitado a dirigirse desde su individualidad hacia un sentido más social.

La presente exposición consta de una serie de instalaciones donde la escultura es el punto de partida. La escultura tiene, a fin de cuentas, la potencia ritual del monolito y la instalación es el acto, lleva a cabo el rito. La forma en la que cada espectador puede acercarse a una instalación es diferente y su participación más espontánea. Las obras de Claire Becker se resisten a ser atrapadas, detenidas en etiquetas o en conceptos. Son libres, aunque paradójicamente sean esculturas móviles que cuelgan y dependen de un punto preciso o piezas que están literalmente enjauladas. (...)

Acercar al espectador de una forma al menos hipotética con la Nada es ya el inicio de la experiencia estética contemporánea. Pero ésta experiencia permite además ampliar el umbral de sensibilidad y detonar su participación. No sólo el arte sino también los espectadores, se vuelven elementos indispensables para evitar la extinción. La exposición lleva desde una ética, hacia una estética de la existencia.

Al final del día todo tiene que ver con la imagen que uno tiene de sí mismo y del mundo, en coexistencia. El espectador es un hombre, también un actor. Claire Becker entra en escena –no es posible la extinción– el show debe continuar. Pero la toma de conciencia de la propia extinción también abre la posibilidad de convivencia, fortalecimiento de vínculos, conciencia ambiental, equilibrio, un baile entre lo físico y lo metafísico de la cotidianidad de la existencia.